Este lindo cimarrón bayo es un cliente asiduo del pensionado. Su dueño es un reconocido productor uruguayo y vuelta y media tiene que viajar al exterior por trabajo. También se da sus escapadas por placer y no duda en contar con nuestra ayuda para seguir con su vida aprovechando los beneficios de tener un compañero fiel y sin perder su libertad. Esto desmiente el hecho de que mucha gente elige no tener una mascota porque dice que pierde la libertad. Siempre se puede tener la gracia de un buen compañero perruno si sabemos como cuidarlo y donde lo cuidarán en mi ausencia.
Eso sí, Vampiro es la prueba final de que todo perro se parece a su dueño. Inteligente e juguetón es un perro que realmente no para quieto, tiene tanta energía que muchas veces se olvida de comer para seguir jugando. Aunque obedece a rajatabla a su dueño con nosotros está más dispuesto a jugar en el campo ya que tiene espacio para todos sus caprichos.
Tiene sus costumbres. No adelanta hacerle la cama en el palet con sus alfombras, él las sacará y las pondrá en el pasto para tomar sol o en la arena para que se amolde más a su cuerpo. Es el único que prefiere que sea de esta manera, los demás inquilinos parecen chochos con sus cuchas protegidas. Vampiro prefiere estar mirando a su alrededor desde un cómodo punto de vista.
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